viernes, 10 de noviembre de 2017
DEMOCRACIA DEGRADADA
RESUMEN:
Los medios de comunicación cumplen una importante y delicada
función social; así como desempeñan un papel destacado en la formación de la
opinión pública, pueden dejar impactos significativos en sus audiencias; ello
les exige un desempeño socialmente responsable basado en un compromiso ético.
PALABRAS CLAVE: globalización, medios, participación
ciudadana, comunidad, libertad de expresión, responsabilidad social.
DEMOCRACIA DEGRADADA
Se han agilizado procesos y se han generado nuevas formas de
interacción que nos obligan a adaptarnos para mantenernos comunicados. La globalización
recién comienza, con cambios en casi todos los aspectos de nuestra vida,
privada, social, cultural, económica y política, por ejemplo, establecer un
régimen político para todos.
Una de las más importantes consecuencias de todo este
fenómeno es el internet, que viene influyendo en los medios de comunicación.
Desplazó a unos, complementó a otros y mejoró muchos más. Una de sus características
es la velocidad de la difusión y el gran alcance que puede tener actualmente,
lo que significa que quien esté a cargo, no solo tiene una gran
responsabilidad, sino también, un gran poder.
Los gobernadores y dueños de empresas privadas saben esto, y
quieren extender su terreno en los medios de comunicación. Las transnacionales
saben que pueden llegar a ser focos de concentración, sentido y poder. Bernardo
Diaz Nosty, en su artículo Sociedad digital
y pensamiento único nos indica que
el poder asignado a la prensa ha cambiado de manera significativa, y no
es tan democrática como antes. Porque los medios ya no responden a corrientes ideológicas
plurales como antes. Hoy responden, significativamente, a intereses mercantiles
que son, a su vez, expresión de un modelo determinado de sociedad. El secuestro
de la antigua función social de los medios tiene como resultado una profunda
transformación de la consideración de su objetivo finalista, esto es, del
receptor o de la audiencia, al que se priva, en buena medida, de su condición
cívica, como sujeto de derechos políticos y públicos, para magnificar su
condición privada de consumidor.
No es solo una expansión tecnológica, también es una crisis
ideológica, lo que conlleva a una mejor manipulación de la sociedad para fines
cualquiera. Influyen en su toma de decisiones, imponen una manera de ver el
mundo. Provoca también falta de pluralismo, crisis en valores e imaginación.
Dejan de ser capaces de analizar, interpretas, confrontar y comprender los
mensajes, y se vuelven consumidores o adeptos.
Otro fenómeno desencadenado es la degradación de la
democracia. La crisis anteriormente mencionada significa una minúscula
participación ciudadana. La sociedad apenas reconoce sus amenazas, a veces
actúa, otras prefiere mantenerse al margen.
En este contexto, los medios tienen la capacidad de cumplir
un rol preponderante en el fortalecimiento de las democracias siempre que
ejerzan su rol de manera independiente, sin que primen intereses políticos,
económicos o ideológicos en el tratamiento de la información.
Para fomentar la participación, los ciudadanos requieren de medios de comunicación distintos a los que
están acostumbrados, aquellos que se dirigen al público como una población anónima
y con información general, usualmente mass
media. En ese sentido, se propone el uso de medios alternativos de
comunicación que permitan a los ciudadanos expresar, difundir y conocer los
problemas locales, de modo que, en colaboración con otros integrantes de su
comunidad, encuentren soluciones que atiendan sus necesidades como comunidad y
sus problemas colectivos. Así nos centramos y reforzamos nuestra identidad,
para complementar con el resto. Estos medios alternativos representan la
multiplicidad de voces, nuestro pluralismo.
Interviene la comunicación
comunitaria, una comunicación centrada en mejorar las condiciones de vida
de las comunidades. Es un proceso que implica un esfuerzo para dar sentido a
los mensajes dentro de ese contexto; incluye el conocimiento entre habitantes,
el intercambio de inquietudes, para
llevar a cabo la transformación de la comunidad. Para llevar a cabo esta
práctica, es necesario involucrarse directamente con los habitantes, para
después saber cómo adaptar los medios para el uso local o cualquier otro
objetivo.
No solo se estudia a la población, ella también participa de
este proceso y se le brinda las herramientas para que ella misma descubra,
planifique y brinde soluciones a las problemáticas existentes. Se convierte en
una red para mejorar el entorno. Ellos deciden quiénes ser, sus aspiraciones,
sus necesidades y cómo satisfacerlas. Así, todos ganan.
La idea es hacer valorar su carácter ciudadano, sin
necesidad de avanzados medios. De tener en cuenta sus valores y mantener la
colaboración.
LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Para Miguel Carbonelli, la libertad de expresión es una de
las condiciones de existencia y de posibilidad de un régimen democrático; en
otras palabras, la libertad de expresión es condición necesaria (aunque no suficiente,
desde luego) para que se pueda considerar que en un determinado país hay
democracia.
La libertad de expresión tiene una dimensión
individual y una dimensión social. En su dimensión individual, la libertad
de expresión no basta con hablar o escribir, sino que comprende además qué
medio es apropiado para difundir el pensamiento y hacerlo llegar al mayor número
de destinatarios. Por el otro lado, en su dimensión social la libertad de
expresión es un medio para el intercambio de ideas e informaciones y para la
comunicación masiva entre los seres humanos. Implica el derecho de todos a
conocer opiniones y noticias.
RESPONSABILIDAD SOCIAL
Pensar en responsabilidad social implica reflexionar también
en lo que los medio producen y difunden. Así como tenemos la capacidad de
manejar nuestros medios en beneficio nuestro, merecemos de los medios generales
cierto cuidado con el contenido.
Para entenderlo mejor, citamos una definición pertinente de
Schwalb y Malca (2005: 103): “La responsabilidad
social es una filosofía, una actitud o forma de ver la vida que implica que
tomemos en cuenta el efecto que nuestras acciones y decisiones sobre el entorno
físico y social. En otras palabras, ser socialmente responsable significa ser
consciente del daño que nuestros actos pueden ocasionar a cualquier individuo o
grupo social”. De esta manera, los medios de comunicación también pueden
mantener buenas relaciones con todos sus stakeholders y ser socialmente
responsables.
De acuerdo con la Norma ISO 26000, se define como la
responsabilidad de una organización frente a los impactos que sus decisiones y
actividades ocasionan en la sociedad y el medio ambiente, mediante un
comportamiento ético y transparente que contribuya al desarrollo
sostenible, incluyendo la salud y el bienestar de la sociedad; tome en
consideración las expectativas de sus partes interesadas; e integre a toda la
organización y se lleve a la práctica en sus relaciones.
Se relaciona con los medios de comunicación porque estos
cumplen un rol muy importante en la sociedad y deben contrastar su información,
ya que esta veracidad y transparencia influye en las decisiones que tomen las
personas en su día a día. En este caso, debe cumplir con los más altos
estándares establecidos por la ley y por sus propios mecanismos de
autorregulación, no solo de alcance nacional, sino global.
CONCLUSIÓN:
A pesar de la
globalización y la constante pelea por el poder, sociedades refuerzan su
identidad, y como tal, son insertadas en este nuevo mundo, no para ser igual,
sino para ser diferente y enriquecer el
aspecto multicultural. Sin embargo, también luchan, por un contenido de
calidad.
Frances J. Berrigan, La comunicación
comunitaria. Cometido de los medios de comunicación comunitaria en el
desarrollo, París, Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la
Ciencia y la Cultura, 1981, pp. 7, 8
-
García Canclini, Néstor (1999). La globalización
imaginada. Paidós
-
McBride, S. (1980). Un solo mundo, voces
múltiples, comunicación e información en nuestro tiempo. París: UNESCO.
http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n48/bienal/mesa12.pdfGLOBALIZACIÓN, MEDIOS Y CULTURA
RESUMEN:
En este artículo enfatizamos la influencia que ha tenido la tecnología en los medios, y cómo estos últimos modifican y crean estilos de vida, percepciones y costumbres. De esta manera se crea la cultura. Pero este fenómeno puede hacer prevalecer la multiculturalidad u homogeneizar la sociedad.
PALABRAS CLAVE: tecnología, globalización, medios de comunicación, influencia, cultura, ciudadanía.
A partir de la segunda mitad del segundo milenio, se vive una etapa llena de tecnología, donde la sociedad se encuentra en permanente cambio e indirectamente revoluciona lo establecido hasta entonces. También ha desarrollado nuevas formas de comunicación e interacción, y con ello, cultura. Otro hecho importante, que abarca todos los ámbitos, es la globalización, que trajo consigo efectos positivos y negativos.
En este artículo enfatizamos la influencia que ha tenido la tecnología en los medios, y cómo estos últimos modifican y crean estilos de vida, percepciones y costumbres. De esta manera se crea la cultura. Pero este fenómeno puede hacer prevalecer la multiculturalidad u homogeneizar la sociedad.
PALABRAS CLAVE: tecnología, globalización, medios de comunicación, influencia, cultura, ciudadanía.
A partir de la segunda mitad del segundo milenio, se vive una etapa llena de tecnología, donde la sociedad se encuentra en permanente cambio e indirectamente revoluciona lo establecido hasta entonces. También ha desarrollado nuevas formas de comunicación e interacción, y con ello, cultura. Otro hecho importante, que abarca todos los ámbitos, es la globalización, que trajo consigo efectos positivos y negativos.
MEDIOS COMO FORMADORES DE CULTURA
La cultura, en su sentido etnográfico, es todo
complejo que comprende conocimientos, creencias, arte, moral, derecho,
costumbres y cualesquiera otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre
en tanto que miembro de la sociedad; y la identidad es el
conjunto de caracteres que diferencian a las personas entre sí.
Edward
T. Hall propone que la
cultura es como un iceberg, ya que engloba conducta, creencias y valores
del individuo; y que puede ser adquirida a través de la observación, educación
o de la instrucción. Esto vuelve más fácil el aprender y cambiar aspectos en la
persona, como costumbres o lenguaje. Entonces, los conceptos de identidad y de
cultura son inseparables, por la sencilla razón de que el primero se construye
a partir de materiales culturales.
Por
otro lado, con el tiempo, los medios de comunicación están en nuestro día a
día, se han vuelto gravitantes, e indudablemente influyen de manera directa en
la formación de la identidad del usuario. Están presentes en la educación de la
nueva generación, moldean gustos, muestran estereotipos, temas de interés y
nuevos estilos de vida. Su presencia es casi total que vivir al margen de su
influencia es casi imposible, incluso las modalidades tradicionales han tenido
que dejarse en el pasado y adaptarse a la tecnología para estar a la par con la
sociedad.
En palabras de Kofi Annan, Secretario General de Naciones Unidas, "de lo
que se trata no es de lograr más información en más lugares, sino de instaurar
una sociedad de la información - abierta y sin exclusiones - en que los
conocimientos brinden capacidad a todos los pueblos y sirvan para mejorar la
condición humana. Los medios de comunicación son partes interesadas en este
empeño y la libertad de la prensa es indispensable para que cumplan su papel
fundamental". Los profesionales que trabajan en los medios deben
saber que un gran poder conlleva una gran
responsabilidad.
Una
de las características o atribuciones de los medios de comunicación junto con
la tecnología, es poder transmitir a escala universal valores homogéneos y estereotipos,
de tal manera que traspasan fronteras, y su público se vuelve más uniforme.
Esto desata dos puntos principalmente negativos, la expansión de subculturas a
nuevas generaciones débiles, así afectando a la cultura y valores sociales; y
la conversión de la multiculturalidad a una civilización globalizada.
Javier del Rey en su artículo sobre “La cultura política y la comunicación social
en la era de la globalización”
más de una vez advierte que “los medios no son la principal instancia” para
transformar la cultura política de nuestros países. “Lo primero es el consenso
sobre el cambio necesario. Lo segundo es la iniciativa política, desde las
aulas, y desde un esfuerzo impulsado por el futuro, en una actitud prospectiva
y abierta a los nuevos ámbitos que exige la globalización”.
¿CIUDADANÍA INTERCULTURAL O COSMOPOLITA?
Todo depende del uso que se emplee y el buen
aprovechamiento de la inmediatez y accesibilidad de los medios, de esta manera
pueden facilitar el proceso de afianzamiento de la identidad cultural, no
global, sino local. Para esto, se busca una independización de esta
concentración, para orientar adecuadamente el contenido a las comunidades a
través del moldeo de los mensajes y contenido.
Destaca la ciudadanía intercultural, que es- de acuerdo con Cotrina(1997:178)-
un vínculo de unión entre grupos sociales diversos, “capaz de tolerar, respetar
o integrar las diferentes culturas de una comunidad política de tal modo que
sus miembros se sientan ‘ciudadanos de primera’”.
En esta, existe la necesidad de revivir la
cultura existente, construirla, fomentarla y mantenerla para que el resto de
generaciones entienda y siga aprendiendo de esta herencia. La idea es crecer en
conjunto y sentirse identificado. No queremos bajas autoestima, ni
intolerancia, ni falta de identidad o confianza. Todos somos iguales y todos
somos diferentes, y a través del diálogo y las habilidades sociales se puede
llegar a una convivencia e interdependencia tranquila.
Para esto, una herramienta esencial es la comunicación intercultural, resultante de la interacción entre individuos de distintas culturas,
de una socialización de conocimientos y costumbres diferentes. En la
actualidad, se suele distinguir entre
dos tipos de comunicación intercultural: la interpersonal, que se produce entre
individuos, y la mediada, que se establece entre los medios de comunicación y
los miembros de una sociedad. A pesar de esta distinción, ambas están
interrelacionadas.
Según M. Rodrigo (1999), para que se
produzca una comunicación intercultural eficaz son muy importantes, entre otras
cosas, estas cinco actitudes:
- que los interlocutores estén motivados
por conocer la otra cultura y muestren empatía con ella;
- que tomen conciencia de la propia cultura
y sus procesos de comunicación;
- que presten atención a los elementos
que forman parte de la comunicación
no verbal,
- que asuman que el malentendido forma parte
de los encuentros interculturales;
- que se esfuercen por interpretar el sentido
y la intención última de las palabras de sus interlocutores.
Por
otro lado está la ciudadanía
cosmopolita. Ya en su Idea de una historia universal en sentido cosmopolita, Immanuel Kant relaciona los imperativos
categóricos de la universalidad con la misma condición del hombre, quien dada
su sociabilidad puede considerarse parte de la comunidad humana. Generaliza
nuestra condición, lo que supone que podamos establecer objetivos similares.
Por ejemplo, la ciudadanía cosmopolita fue originada hace años, con el fin de
establecer esquemas orientados a obtener la paz. Otro hecho es la aceptación y
firma de la Declaración Universal de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de
1948, garantizando una serie de derechos ciudadanos universales.
Sin
embargo aún estamos en proceso. Para su construcción se necesita ética y un
nuevo orden en política, economía y sociedad principalmente, que admita la
multiplicidad de diferencias y cree las condiciones para lidiar con ello.
Destaca también la tendencia a revalorizar lo
nacional, lo propio, lo local, en lo que parece ser una suerte de revancha de
las culturas particulares ante el empuje de la globalización.
CONCLUSIÓN:
La sociedad influenciada por la globalización debe ser un ambiente donde culturas conviven en armonía sin influenciar una sobre otra, ninguna es superior, sino, complementaria en el mundo.
CONCLUSIÓN:
La sociedad influenciada por la globalización debe ser un ambiente donde culturas conviven en armonía sin influenciar una sobre otra, ninguna es superior, sino, complementaria en el mundo.
· REFERENCIAS:
Aguirre, A. (1997). Cultura
e identidad cultural. Barcelona: Bardenas.
·
Harris, M. (2011) “Antropología cultural”,
Madrid, Alianza Editorial.
·
Moreno, E. (2005) “Comunicación y Sociedad”,
Pamplona
·
| CONTENIDO PROPIO |
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lunes, 9 de octubre de 2017
La radio, de solo sonido a herramienta de cambio
El hombre es un ser social. Su
necesidad de interactuar y sentirse incluido es constante. Esto lo llevó a
buscar y crear
diversas formas de comunicación a distancia. Existieron los telégrafos, las
cartas, y complacieron, pero los hombres querían más, deseaban sentirse lo más
cercano a otro. El sonido todavía no sabía viajar solo. Hasta
que nació la radio, independiente de cables, tinta y papel. Como
señala Bertolt Brecht: "de
repente, se tuvo la posibilidad de decirlo todo a todos".
¿Qué buscaba el hombre? Sentirse
comunicado, principalmente voces que le brindaran compañía en toda
situación, que le mostraran la existencia de un mundo más allá de su
comunidad. Entonces bastaba una máxima estimulación del oído para satisfacer su
necesidad social. Aquí resalto la importancia de este sentido, mas no de la
presencia física de otras personas para sentirnos "acompañados", pues
en la vida hay decisiones propias, como ir en el transporte público
para desplazarme en la ciudad, no puedo escoger quiénes suben conmigo, pero
sí decido qué emisora escucho con mis auriculares. Porque la radio es eso,
es intimidad,
no por el contenido que te brinda, sino la manera cómo es transmitido.
Existe el sonido, y a la vez no
existe. Son vibraciones calladas que se traducen con ayuda de nuestro oído, y
suenan. Un llanto de bebé no suena, ni un volcán, ni la música. Producen
ondas y nuestro oído provoca el sonido. El desarrollo del sistema auditivo ha
permitido relacionarnos con nuestro entorno, y más esencial aún, con nuestros
semejantes, entender y comprender situaciones. Ambas acciones satisfacen
la necesidad intrínseca de la sociabilidad del hombre.
Los sonidos transmiten imágenes
auditivas, representaciones mentales de lo que captamos del
exterior. Desconectamos con el tiempo y el espacio, y es más fácil
pasar a la distracción, con solo cambiar de ojos, miramos hacia
adentro y dejamos que la imaginación fluya.
Nuestros oídos son muy sensibles,
capaces de vincular sonidos con emociones y sentimientos. Por ejemplo: la
bocina de un heladero nos hace sentir la temporada de verano, los grillos a la
noche, y la voz de una madre a toda una infancia. Así, el oído es una puerta
hacia la imaginación, la liberación de la mente ante la realidad, pues no todo
lo que se escucha está pasando instantáneamente.
La radio, al tener como elemento
esencial a la voz, tiene el poder de quitar límites, de hacer volar,
de hacer sentir, de hacer vivir. También tiene la ventaja de generar
y provocar muchas cosas a la vez. Un medio íntimo, casi privado que juega principalmente
con las tonalidades de la voz y la variedad de sonidos del entorno. Si no
produce nada en el oyente, no es efectivo. Debe impactar, emocionar, hacer
entrar en un clima de confianza para poder abordar los temas que surgen en el
día a día.
El proceso va así: las cuerdas
vocales generan ondas sonoras, las ondas se vuelven corrientes
eléctricas, que pasan a ser electromagnéticas. Estas son captadas por una
antena y las reconvierte en corrientes eléctricas. El altavoz traduce éstas en vibraciones
sonoras, listas para ser capadas por el oído humano y finalmente decodificado
por el cerebro. Entonces,una voz humana usando el tono correcto y el resto de
recursos, brinda calidez e identificación correcta de la emoción, a pesar de
las mil posibilidades de interpretación que trae la radio consigo.
Enfocarse en un indispensable sentido
con tanto potencial, ha sido suficiente para tener gran demanda en la sociedad
y perdurar en el tiempo, a pesar de los otros avances de la época. La radio
tenía algo diferente, se convertía en otro ciudadano más para lograr una
intimidad al charlar contigo, para ser tu compañero en la rutina. Recurría
al estilo coloquial, descriptivo, y al tono adecuado para darse a entender
y ser parte de la sociedad, pero con más carácter diferenciado y valentía para
otras cosas. Promueve la alegría como gesto de naturalidad y se aferra a
esta herramienta para conectar con las personas. Por eso la gente recurre a
ella, para distraerse y encontrar un cómplice, y cambia de emisora si esta no
le da lo que desea en el momento. La audiencia no suele ser masoquista.
Desde sus inicios, la radio ha sido
musical por su programación. La música participa en generar emotividad, pues se
puede llegar a evocar muchos momentos y se siente en la piel. Además te lleva a
conocer partes del mundo desconocidas, es su enfoque cultural. Así también
relacionamos la música con lugares, como una samba al festival de Río de
Janeiro.
Hace unos días, escuchaba atentamente
una radio francesa en línea (sí, la tecnología no le ha quitado protagonismo a
la radio, la ha complementado), y sucedió algo curioso. El programa dio un
espacio a una radio local de Brasilia para una pequeña presentación donde
puedan mostrar un poco de su cultura a través de la música. Los locutores
brasileros dieron una introducción y explicaron un poco cómo es su ciudad, los
instrumentos que en un rato sonarían, y en paralelo, un traductor
portugués-inglés en tiempo real haciendo su trabajo. Fue inesperado e increíble
escuchar y sentir culturas compartiendo en un mismo espacio para todo el mundo.
Al mezclar estos diversos elementos (voz,
sonidos y música), el despegarse de la radio se hace algo imposible, uno ya
está enganchado al medio, y ya lo siente parte del entorno y crea otro mundo a
partir de este. Lo que se debe ganar es la imaginación, no importa mucho el
tiempo. Pero no debe quedar ahí, en la única participación de la radio. Se
requiere de la sociedad para que siga funcionando, para que se siga sabiendo
qué transmitir, pues la radio trabaja con el pueblo, y este bien sabe lo que
necesita. Por eso se utiliza un lenguaje claro y sencillo, orientado al hablar
común de la gente, para que una apropiación adecuada del contenido radiofónico
exista. La idea es facilitar este grandioso proceso. Si se usan palabras
demasiado cultas, se puede caer en la humillación de los oyentes.
La radio es un transfusor de
conocimiento, y es un arma de doble filo. Cumple la función de educar, pero sin
una buena utilización, se puede caer en un posible gran desorden social, tanto
por una distorsión de valores como por desinformación. Como señalo
anteriormente, la radio busca ser uno más del resto, y se comporta como tal.
Tiene como deber presentar una buena y correcta imagen, y compartir contenido
de interés común.
Aquí
aparece la radio comunitaria, promoviendo la participación ciudadana a través
de todo lo mencionado anteriormente para llegar a una apropiación y después al
empoderamiento. Se quiere desarrollar a las comunidades, defender sus intereses
y solucionar de forma más asertiva los problemas. La radio funciona como un
espejo, con todas las características de un individuo, así el reconocimiento de
lo que falla y falta en la sociedad se hace más fácil. La radio escucha y plasma,
y el oyente habla. Se enfoca en mostrar la diversidad, la heterogeneidad existente
en la población elegida. Y no queda ahí. Se quiere conseguir la tolerancia y
respeto, del pueblo para el pueblo.
Según la Alianza de Radios Comunitarias de Canadá,
ARC, la radio comunitaria es
un difusor cultural adaptado perfectamente al contexto de la francofonía
canadiense. Sus ondas reflejan la realidad cultural: canciones, música,
escritura, de la población francófona a la que sirven. Las radios comunitarias
son los mejores estandartes de nuestra cultura.
No hay intereses económicos, a pesar de que de esta
dependa su sostenibilidad. Su finalidad es distinta, todo el trabajo dispuesto
a realizarse va para el servicio a la comunidad, en influir en la opinión
pública, de hacer reflexionar y descubrir cuáles son las problemáticas
constantes, de crear soluciones a estas, de ampliar la democracia, de construir
comunidad.
Para lograr la sostenibilidad de
estas radios, son necesarios tres factores: económico, social e institucional.
En lo económico, se busca financiar las actividades, mantenimiento de equipos,
y encontramos principalmente la solidaridad internacional. Son los países
europeos quienes apoyan con
financiamiento, y comienzan con las iniciativas, ya que en los países del
Tercer Mundo como el nuestro, las radios no son prioridad. En lo social,
hablamos del apoyo de la comunidad, debe existir una correcta apropiación del
contenido radiofónico, y este, a la vez, debe dar lo que el pueblo necesita,
basándose en sus intereses y problemáticas actuales. También se menciona la
pertinencia cultural y lingüística. No se trata de cambiar radicalmente una
comunidad, sino de reforzar su identidad. Y finalmente la sostenibilidad
institucional. A pesar de la multiplicación de las radios comunitarias en
Latinoamérica, no se ha llegado a la legalización de la mayoría, pues existe el
miedo de las grandes radios de ser amenazadas con perder su poder.
El sonido es poderoso, y lo que lo
transporta lo es más, porque es capaz de darlo a conocer en todos lados, de educar,
de compartir. Y más allá de la función de acompañamiento de la radio, también
es herramienta de solución, de mejora, en este caso, de desarrollo.
Referencia:
http://www.tallerderadio.com.ar/recursos/material-didactico/22-el-medio-radiofonico/147-las-cuatro-etapas-historicas-de-la-radio
https://www.xatakahome.com/ocio/historia-de-la-radio-i-origenes-y-primeros-receptores
http://www.amarc.org/?q=es/node/131
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/tesis/human/sabrera_o_s/cap3.htm
http://tesis.uson.mx/digital/tesis/docs/10622/Capitulo2.pdf
Referencia:
http://www.tallerderadio.com.ar/recursos/material-didactico/22-el-medio-radiofonico/147-las-cuatro-etapas-historicas-de-la-radio
https://www.xatakahome.com/ocio/historia-de-la-radio-i-origenes-y-primeros-receptores
http://www.amarc.org/?q=es/node/131
http://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/tesis/human/sabrera_o_s/cap3.htm
http://tesis.uson.mx/digital/tesis/docs/10622/Capitulo2.pdf
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