RESUMEN:
En este artículo enfatizamos la influencia que ha tenido la tecnología en los medios, y cómo estos últimos modifican y crean estilos de vida, percepciones y costumbres. De esta manera se crea la cultura. Pero este fenómeno puede hacer prevalecer la multiculturalidad u homogeneizar la sociedad.
PALABRAS CLAVE: tecnología, globalización, medios de comunicación, influencia, cultura, ciudadanía.
A partir de la segunda mitad del segundo milenio, se vive una etapa llena de tecnología, donde la sociedad se encuentra en permanente cambio e indirectamente revoluciona lo establecido hasta entonces. También ha desarrollado nuevas formas de comunicación e interacción, y con ello, cultura. Otro hecho importante, que abarca todos los ámbitos, es la globalización, que trajo consigo efectos positivos y negativos.
En este artículo enfatizamos la influencia que ha tenido la tecnología en los medios, y cómo estos últimos modifican y crean estilos de vida, percepciones y costumbres. De esta manera se crea la cultura. Pero este fenómeno puede hacer prevalecer la multiculturalidad u homogeneizar la sociedad.
PALABRAS CLAVE: tecnología, globalización, medios de comunicación, influencia, cultura, ciudadanía.
A partir de la segunda mitad del segundo milenio, se vive una etapa llena de tecnología, donde la sociedad se encuentra en permanente cambio e indirectamente revoluciona lo establecido hasta entonces. También ha desarrollado nuevas formas de comunicación e interacción, y con ello, cultura. Otro hecho importante, que abarca todos los ámbitos, es la globalización, que trajo consigo efectos positivos y negativos.
MEDIOS COMO FORMADORES DE CULTURA
La cultura, en su sentido etnográfico, es todo
complejo que comprende conocimientos, creencias, arte, moral, derecho,
costumbres y cualesquiera otras capacidades y hábitos adquiridos por el hombre
en tanto que miembro de la sociedad; y la identidad es el
conjunto de caracteres que diferencian a las personas entre sí.
Edward
T. Hall propone que la
cultura es como un iceberg, ya que engloba conducta, creencias y valores
del individuo; y que puede ser adquirida a través de la observación, educación
o de la instrucción. Esto vuelve más fácil el aprender y cambiar aspectos en la
persona, como costumbres o lenguaje. Entonces, los conceptos de identidad y de
cultura son inseparables, por la sencilla razón de que el primero se construye
a partir de materiales culturales.
Por
otro lado, con el tiempo, los medios de comunicación están en nuestro día a
día, se han vuelto gravitantes, e indudablemente influyen de manera directa en
la formación de la identidad del usuario. Están presentes en la educación de la
nueva generación, moldean gustos, muestran estereotipos, temas de interés y
nuevos estilos de vida. Su presencia es casi total que vivir al margen de su
influencia es casi imposible, incluso las modalidades tradicionales han tenido
que dejarse en el pasado y adaptarse a la tecnología para estar a la par con la
sociedad.
En palabras de Kofi Annan, Secretario General de Naciones Unidas, "de lo
que se trata no es de lograr más información en más lugares, sino de instaurar
una sociedad de la información - abierta y sin exclusiones - en que los
conocimientos brinden capacidad a todos los pueblos y sirvan para mejorar la
condición humana. Los medios de comunicación son partes interesadas en este
empeño y la libertad de la prensa es indispensable para que cumplan su papel
fundamental". Los profesionales que trabajan en los medios deben
saber que un gran poder conlleva una gran
responsabilidad.
Una
de las características o atribuciones de los medios de comunicación junto con
la tecnología, es poder transmitir a escala universal valores homogéneos y estereotipos,
de tal manera que traspasan fronteras, y su público se vuelve más uniforme.
Esto desata dos puntos principalmente negativos, la expansión de subculturas a
nuevas generaciones débiles, así afectando a la cultura y valores sociales; y
la conversión de la multiculturalidad a una civilización globalizada.
Javier del Rey en su artículo sobre “La cultura política y la comunicación social
en la era de la globalización”
más de una vez advierte que “los medios no son la principal instancia” para
transformar la cultura política de nuestros países. “Lo primero es el consenso
sobre el cambio necesario. Lo segundo es la iniciativa política, desde las
aulas, y desde un esfuerzo impulsado por el futuro, en una actitud prospectiva
y abierta a los nuevos ámbitos que exige la globalización”.
¿CIUDADANÍA INTERCULTURAL O COSMOPOLITA?
Todo depende del uso que se emplee y el buen
aprovechamiento de la inmediatez y accesibilidad de los medios, de esta manera
pueden facilitar el proceso de afianzamiento de la identidad cultural, no
global, sino local. Para esto, se busca una independización de esta
concentración, para orientar adecuadamente el contenido a las comunidades a
través del moldeo de los mensajes y contenido.
Destaca la ciudadanía intercultural, que es- de acuerdo con Cotrina(1997:178)-
un vínculo de unión entre grupos sociales diversos, “capaz de tolerar, respetar
o integrar las diferentes culturas de una comunidad política de tal modo que
sus miembros se sientan ‘ciudadanos de primera’”.
En esta, existe la necesidad de revivir la
cultura existente, construirla, fomentarla y mantenerla para que el resto de
generaciones entienda y siga aprendiendo de esta herencia. La idea es crecer en
conjunto y sentirse identificado. No queremos bajas autoestima, ni
intolerancia, ni falta de identidad o confianza. Todos somos iguales y todos
somos diferentes, y a través del diálogo y las habilidades sociales se puede
llegar a una convivencia e interdependencia tranquila.
Para esto, una herramienta esencial es la comunicación intercultural, resultante de la interacción entre individuos de distintas culturas,
de una socialización de conocimientos y costumbres diferentes. En la
actualidad, se suele distinguir entre
dos tipos de comunicación intercultural: la interpersonal, que se produce entre
individuos, y la mediada, que se establece entre los medios de comunicación y
los miembros de una sociedad. A pesar de esta distinción, ambas están
interrelacionadas.
Según M. Rodrigo (1999), para que se
produzca una comunicación intercultural eficaz son muy importantes, entre otras
cosas, estas cinco actitudes:
- que los interlocutores estén motivados
por conocer la otra cultura y muestren empatía con ella;
- que tomen conciencia de la propia cultura
y sus procesos de comunicación;
- que presten atención a los elementos
que forman parte de la comunicación
no verbal,
- que asuman que el malentendido forma parte
de los encuentros interculturales;
- que se esfuercen por interpretar el sentido
y la intención última de las palabras de sus interlocutores.
Por
otro lado está la ciudadanía
cosmopolita. Ya en su Idea de una historia universal en sentido cosmopolita, Immanuel Kant relaciona los imperativos
categóricos de la universalidad con la misma condición del hombre, quien dada
su sociabilidad puede considerarse parte de la comunidad humana. Generaliza
nuestra condición, lo que supone que podamos establecer objetivos similares.
Por ejemplo, la ciudadanía cosmopolita fue originada hace años, con el fin de
establecer esquemas orientados a obtener la paz. Otro hecho es la aceptación y
firma de la Declaración Universal de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de
1948, garantizando una serie de derechos ciudadanos universales.
Sin
embargo aún estamos en proceso. Para su construcción se necesita ética y un
nuevo orden en política, economía y sociedad principalmente, que admita la
multiplicidad de diferencias y cree las condiciones para lidiar con ello.
Destaca también la tendencia a revalorizar lo
nacional, lo propio, lo local, en lo que parece ser una suerte de revancha de
las culturas particulares ante el empuje de la globalización.
CONCLUSIÓN:
La sociedad influenciada por la globalización debe ser un ambiente donde culturas conviven en armonía sin influenciar una sobre otra, ninguna es superior, sino, complementaria en el mundo.
CONCLUSIÓN:
La sociedad influenciada por la globalización debe ser un ambiente donde culturas conviven en armonía sin influenciar una sobre otra, ninguna es superior, sino, complementaria en el mundo.
· REFERENCIAS:
Aguirre, A. (1997). Cultura
e identidad cultural. Barcelona: Bardenas.
·
Harris, M. (2011) “Antropología cultural”,
Madrid, Alianza Editorial.
·
Moreno, E. (2005) “Comunicación y Sociedad”,
Pamplona
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Claudia,
ResponderEliminarMuy buen trabajo. Te demuestras que avanzas.